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El futuro del Draft NBA.

Wiggins/Embiid/ExumGetty Images
Si el draft de la NBA 2014 se llevara a cabo como se perfila en este momento, ocho de las diez selecciones top serian adolescentes que sólo han jugado un año de básquetbol universitario.
Los prospectos más codiciados del draft -- Andrew WigginsJabari ParkerJoel EmbiidJulius RandleAaron GordonNoah Vonleh y Tyler Ennis -- son todos universitarios recién llegados.
Sin embargo, si el nuevo comisionado de la NBA, Adam Silver, logra su cometido, podría ser la última clase de novatos universitarios capaz de declararse para el draft.
El comisionado de antaño de la NBA, David Stern, ha intentado elevar la restricción de edad para ingresar en el draft de la NBA desde la negociación del último acuerdo colectivo con la Asociación Nacional de Jugadores de Básquetbol en 2005. Silver parece decidido a hacer realidad el sueño de Stern en sus primeros tiempos en el cargo.
"Hemos tenido la sensación durante un largo tiempo de que nuestro draft podría ser mucho más competitivo si nuestros equipos tuviesen la oportunidad de ver a estos jugadores en acción un año más, ya sea en la universidad, la Liga de Desarrollo o en el extranjero", Silver dijo a USA Today hace unas semanas. "Creemos que el año extra de madurez sería sumamente beneficioso".
Silver reiteró este punto en la Conferencia de MIT Sloan Sports Analytics a fines de febrero. Cuando el autor, Malcolm Gladwell, le preguntó qué cambiaría de la NBA si pudiera hacerlo de manera unilateral, Silver dijo que elevaría la restricción de la edad para ingresar a la NBA.
En estos momentos, los jugadores tienen que esperar un año desde el día en el que se gradúan en el colegio secundario antes de ser elegibles para el draft. En el caso de la mayoría de los jugadores, son elegibles después de haber pasado un año en la universidad. A Silver le gustaría esperar dos años antes de que se puedan declarar para el draft. Por lo tanto, podrían entrar después de su segundo año en el juego universitario.
Antes de que la nueva norma pueda entrar en vigencia, la NBA tendría que negociar con la Asociación de Jugadores. La actual restricción de la NBA forma parte del acuerdo colectivo. No puede ser cambiada sin el consenso de la NBA y la Asociación, y ahí está la cuestión.
La actual restricción de edad fue una concesión muy discutida por la Asociación durante las negociaciones del acuerdo colectivo en 2005. Sumar un año más ha sido algo muy difícil de lograr en el pasado.
Pero si Silver puede lograrlo (la Asociación iría en busca de otro tipo de concesiones por parte de la NBA para que eso suceda), el draft de la NBA 2015 podría ser muy diferente de todos los llevados a cabo en la última década.

Historia de los jugadores en su primer año universitario en el draft


Esta clase de jugadores se ha convertido en una fija en la cima del draft desde que la restricción de edad actual entró en vigencia hace casi una década.
En 2006 -- el primer año en el que los jugadores en el último año del colegio secundario fueron desterrados del draft -- un solo jugador en el primer año de la universidad, el hombre de LSU Tyrus Thomas, entró en la lotería. Ese número saltó a siete en 2007. De hecho, tres de los cuatro primeros picks del draft fueron jugadores en su primer año en la universidad, liderados por Greg Oden y Kevin Durant. En 2008, cuatro de los primeros cinco jugadores del draft fueron novatos y un total de ocho fueron seleccionados en la lotería.
En total, 36 jugadores en el primer año universitario habían sido seleccionados desde 2006. Es probable que ese número pase a los 40 esta temporada. El plan de Silver, si tiene éxito, alterará drásticamente el panorama tanto del draft como del básquetbol universitario.
La lógica de Silver sale directamente de los libros de Stern. Mientras más tiempo pasen en la universidad los prospectos (o en la Liga de Desarrollo), Silver piensa, más maduros serán como individuos y jugadores, y más atractivos para los fanáticos. Se trata de mejorar el producto en la cancha y de vender ese producto a los fanáticos.
¿Pero esta es una buena idea?
He hablado con unos cuantos gerentes generales, entrenadores y agentes de la NBA para que me den su opinión al respecto. Todos preguntaron si sus comentarios iban a ser off the record. Tal como es de esperar, hubo una gran variedad de respuestas. Parecería que Silver tendrá un gran apoyo entre los directivos de la NBA. Entre los entrenadores el apoyo será aún mayor. Pero, como puedes imaginar, los agentes están en contra de esta medida a menos que la NBA esté dispuesta a hacer algunas concesiones significativas a cambio.
Echemos un vistazo a lo bueno, lo malo y lo feo que han expresado las personas con las que he analizado la cuestión.

LO BUENO


Silver no es el único que cree que la NBA podría mejorar su producto si eleva la restricción de edad de 19 a 20. Todos en la NBA desde los scouts hasta los entrenadores verían unos cuantos beneficios.
"Son muchos los jóvenes que entran en la NBA que simplemente no están listos", dijo uno de los entrenadores en jefe de la NBA. "No saben cómo jugar. Sus cuerpos no están maduros. Todavía no se han convertido en hombres. Siguen siendo niños. Esta es una liga de hombres. Tienes que estar comprometido. Se necesita la dureza, la habilidad cognitiva que estos muchachos aún no han desarrollado. Por supuesto que mejoraría la calidad del juego con un año más de preparación. Si fuera por mí, haría que esperen tres temporadas antes de ser elegibles".
Esa opinión fue respaldada por unos cuantos entrenadores que citaron todo, desde la madurez física y emocional. La universidad, argumentan, te enseña muchas más cosa. Te enseña a ser responsable, a tener la capacidad de resolver problemas, a trabajar duro y cómo manejar el tema de los medios de comunicación. Mientras más tiempo pasen allí, más comprometidos estarán con la institución y no la verán sólo como un lugar de paso antes de entrar en la liga.
"Pienso que muchos entrenadores universitarios no pueden preparar a los jugadores de la manera que quieren por la regla de uno-y-fuera", dijo otro entrenador a ESPN.com. "Tienen que satisfacer una mentalidad que está puesta en la NBA. El hecho de obligarlos a quedarse uno o dos años más les dará a esos entrenadores más tiempo para enseñarles, para disciplinarlos y realmente entrenar a los jóvenes. Son demasiados los jugadores que llegan a la NBA sin la habilidad de aceptar ser entrenados. Creo que la regla de uno-y-fuera ha ayudado a fomentar esa cultura".
Derrick Rose
Dennis Wierzbicki/USA TODAY SportsDerrick Rose disfrutó de una transición a la NBA sin obstáculos después de un año en la universidad.
Está bien, estamos generalizando. Esta cultura de uno-y-fuera no ha perjudicado a Kevin Durant, Derrick Rose o Anthony Davis. Todos ellos han tenido éxito en la NBA desde que ingresaron. Ninguno de ellos parece ser imposible de entrenar. Pero hay suficientes ejemplos de jugadores que han tenido dificultades para hacer la transición que hacen que lo que comentan estos entrenadores sea algo a tener en cuenta.
Para muchos gerentes generales, las preocupaciones son más prácticas.
"Mientras más información tienes, mejores decisiones podrás tomar con respecto a los jugadores", dijo un gerente general. "El año extra de scouting ayudaría a todos. Nos ayudaría a ver cuáles son los ajustes que hace un jugador del primer año al siguiente. Te da unos 30 partidos más para estudiarlos. También ayudaría a nuestra gente de analítica en gran medida para elaborar las fórmulas con más precisión ya que tendrían más data a su disposición. Haría que nuestras vidas sean más simples".
Tal vez. Más información de hecho no perjudicaría a nadie (aunque es cierto que uno puedeestudiar exageradamente a los jugadores). Pero los mayores fiascos del draft no han sido los jugadores que entraron luego de un solo año en la universidad, sino los que entraron luego de dos o tres años en la universidad y que fueron sobrevalorados por la familiaridad. Hasheem Thabeet (tercer año), Adam Morrison (tercer año), Evan Turner (tercer año), Derrick Williams(Segundo año) y Wesley Johnson (tercer año) fueron selecciones dentro del top 5 que no tuvieron éxito. Los equipos tenían mucha información sobre ellos.
Finalmente, muchos gerentes generales vieron una oportunidad para crear una verdadera liga menor en la Liga de Desarrollo si llegase a tener lugar el cambio.
"Creo que muchos jugadores van a pensarlo mejor ante la idea de pasar por alto la universidad y pasar directo a la Liga de Desarrollo", dijo un gerente general. "Sobre todo si les puedes pagar un poco más. Esperar dos años bajo las restricciones de la NCAA será un gran obstáculo para algunos. Creo que si podemos hacer que todos los equipos sean propietarios de una franquicia en la Liga de Desarrollo, podremos empezar a hacer nuestra parte a fin de preparar a los jugadores para la NBA. Sería algo bueno para la liga".

LO MALO


Sin embargo, no todo el mundo está a bordo. Muchos gerentes generales creen que la NBA se está comportando de manera paternalista. Ellos sostienen que las buenas gerencias saben cómo encontrar y desarrollar talento. No es culpa de los jugadores -- es culpa de los gerentes generales ineptos.
"Creo que es una reacción exagerada", dijo un gerente general. "A los equipos que saben lo que están haciendo, que tienen el proceso correcto y una estructura de apoyo establecida, les va muy bien. Adam debería pasarse menos tiempo sermoneando a la NBPA y más tiempo asesorando a los propietarios que gastan hasta $100 millones por año pero no saben cómo desarrollar o encontrar buenos jugadores. La mayoría de los equipos que tienen problemas con esto simplemente no tienen establecidos los sistemas adecuados. Lo que realmente necesitamos es una liga de desarrollo para ejecutivos y scouts".
Otros argumentan que los mejores jugadores no necesariamente necesitan un año más en la universidad, sino más bien una mejor competencia contra profesionales más grandes, más rápidos y más experimentados.
"¿Otro año en la escuela iba a ayudar a Kevin Durant?", caviló un cazatalentos de la NBA. "¿Derrick Rose necesitaba seguirles dando palizas a los jugadores universitarios un año más? En algún punto, tu juego se estanca si no lo pones a prueba. No creo que Jabari Parker sería mejor en el 2016 si se hubiera quedado en la universidad en lugar de venir directamente a la NBA. Es la mejor competencia lo que eleva su juego. ¿Y podemos dejar de fingir que el básquetbol universitario y la NBA son el mismo juego? No lo son. Cuanto más rápido aprendan el juego de la NBA, mejor".
[+] EnlargeJames
Andrew D. Bernstein/NBAE/Getty Images¿Tendría sentido exigir que un destacado como LeBron James juegue dos años en la universidad?
Los agentes tampoco están a bordo, pero por diferentes razones.
"Si un jugador está listo para la NBA, está listo", dijo un representante de jugadores. "¿Por qué tener un límite de edad arbitrario que trate a todos por igual? LeBron James estaba listo. Tyrus Thomas no lo estaba. Es un truco de relaciones públicas y todo el mundo lo sabe. No tiene nada que ver con lo que Adam está diciendo. Tiene todo que ver con usar la NCAA para ayudar a construir la comerciabilidad de un jugador.
"Si realmente crees en tus equipos, deja que los jugadores y los gerentes generales tomen esa decisión y vive con las consecuencias. ¿Por qué un jugador que quiere entrar y está listo para hacerlo debería ser excluido porque alguien -- ya sea un equipo o un jugador -- tomó una decisión estúpida en el pasado? ¿LeBron realmente habría estado mejor si hubiera esperado dos años? ¿Durant o Rose de alguna manera tendrían una carrera mejor? Las carreras de la NBA son cortas. Yo creo que los jugadores deberían entrar cuando están listos. Si se encuentran en el tercer año de la preparatoria y pueden jugar, que vengan y lo intenten".

LO FEO


Lo cierto es que, si las nuevas restricciones de edad entran en vigor en el 2015, el dolor realmente se sentirá en el próximo draft.
Con todos los mejores estudiantes de primer año que desertarán a la NBA este año, y sin jugadores de primer año listos para reemplazarlos en la cantera del draft, el draft 2015 estaría repleto de jugadores que en esencia no habrían tenido el nivel necesario para entrar en el draft 2014.
Para los equipos que se encuentran en proceso de reconstrucción en este momento, significaría un draft históricamente débil que sería potencialmente devastador para los equipos con picks altos de lotería -- ya que básicamente castigaría a estos equipos con opciones marginales.
Ese hecho por sí solo provocará resistencia.
"Hay una gran cantidad de equipos en este momento que anticipan el 2015 con miedo auténtico", dijo un gerente general. "No tenemos la seguridad laboral de Adam Silver. Les hemos vendido un plan a nuestros propietarios. Si cambias el panorama competitivo y frenas los planes, ni nosotros ni los propietarios estaremos contentos. Un año es mucho tiempo en el básquetbol".

Claro que lo es. Pregúntales a Jahlil OkaforCliff AlexanderMyles TurnerKarl Towns Jr.,Emmanuel Mudiay y al sinnúmero de jugadores en el último año de la preparatoria cuyos sueños de uno y basta podrían estar a punto de desaparecer.
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Hora de cambiar para los Knicks

A veces la única manera de salir del pozo es simplemente dejar de cavar.
Esa es la realidad hoy por hoy de los New York Knicks, una franquicia con mucha historia, algunos títulos y demasiadas decepciones.
La organización ha tomado el camino incorrecto una y otra vez, empecinados en perseguir un objetivo que ellos creen que merecen o que están obligados a alcanzar.
Nueva York podrá ser la capital del mundo, tener a Times Square, a Central Park, al puente de Brooklyn y al mítico Madison Square Garden, pero esa idea de que son un equipo grande y que tienen que ser relevantes en todo momento es la misma que lo tiene enterrados desde hace tiempo.
La impaciencia se ha convertido en su mayor enemigo, y no hay nadie que caracterice más eso que James Dolan, el propietario de este conglomerado sin rumbo.
Los Knicks pueden tener en su historia dos títulos, los recuerdos de Walt Frazier, Patrick Ewing, Earl Monroe y Willis Reed y un estadio que es una meca del deporte moderno, pero lo demás es ficticio, inventado y fabricado.
Otros como Golden State WarriorsDetroit Pistons y Houston Rockets cuentan con más anillos, pero no por eso han actuado durante cada año de su historia con la desesperación de tener que hipotecar todo por esa bendita (¿maldita?) gratificación inmediata.
Es tiempo de dejar eso a los Boston Celtics y a Los Angeles Lakers, los dos verdaderos grandes de la NBA que aún así están entendiendo finalmente que ni el peso de su historia, ni el color de su camiseta ni la cantidad de números retirados en la vitrina ganan partidos.
Los títulos se ganan con estrellas, entrenadores y sistemas, pero sobre todo con coherencia y planificación.
Los Knicks necesitan dejar de cavar, mirarse en el espejo, reflexionar profundamente y ajustar la noción que tienen de ellos mismos. Eso significa entender que sus millones tienen el mismo valor que los de Miami HeatChicago Bulls, Oklahoma City o Indiana Pacers y que las estrellas ya no necesitan grandes metrópolis para hacerse conocidos; más bien la ecuación es al revés.
Por eso LeBron James no los escogió en 2010 ni lo hará nunca. Por eso tampoco irán voluntariamente ni Kevin Durant, ni Russell Westbrook ni Paul George ni ningún otro jugador que realmente busque títulos y grandeza.
Por eso probablemente Carmelo Anthony se marchará lo antes y lo más lejos posible, o nuestra percepción sobre su lugar en la historia de la liga cambiará bruscamente.
Los Knicks deben dejar de cavar.
La llegada de Andrea Bargnani esta temporada los retrasó aún más, despilfarrando selecciones de draft que tan valiosas son por estos días, y que milagrosamente tan bien saben utilizar cuando las tienen.
Andrea Bargnani
Kevin C. Cox/Getty ImagesAndrea Bargnani, uno de los fallidos y costosos experimentos de los Knicks
Eso es quizás lo único que ha sabido hacer Nueva York: David LeeTrevor ArizaWilson Chandler y Landry Fieldsfuero todos aciertos en lugares del draft en los que difícilmente se encuentra talento.
También lo son Iman Shumpert y Tim Hardaway Jr., aunque los Knicks parecen empecinados en empeñarlos a cambio de veteranos que no les darán nada a largo plazo.
Los Knicks, por una vez en su historia, deben quedarse con los brazos cruzados.
La temporada que viene será dolorosa, pero lo mejor que les puede pasar es dejar que el tiempo haga lo suyo y que los contratos de Bargnani, Tyson Chandler y Amar'e Stoudamire expiren.
Si Carmelo Anthony hace uso de su opción para jugar una temporada más (algo que sería un verdadero milagro), deberían traspasarlo este mismo verano, para así sacarle el máximo rédito posible.
De lo contrario, sus minutos y disparos deberían ir para los jugadores jóvenes de la plantilla, que no son muchos pero que tienen talento por explotar.
Hay que dejar algo más en claro: el argumento de contender sí o sí ya que no tienen una selección de primera ronda en 2015 es tan cierto como patético y de poca proyección.
Los Knicks deben ponerse en 0 como lo hicieron en 2010 y empezar de nuevo con un plan más pensado y pausado.
La última vez, Donnie Walsh los dejó en una posición óptima y luego lo dejaron partir. Los resultados están a la vista.
Una vez que lleguen a ese punto (faltan solo 16 meses), deberán escoger bien, pero con la idea de que Roma no se construyó en un año y ningún equipo de campeonato tampoco.
La restructuración deberá ser profunda y a conciencia, pero no por eso hay que dramatizar.
Después de todo, si Los Angeles Clippers puede convertirse en un equipo respetable y un destino atractivo en un lustro, cualquier otro, incluidos los Knicks, también puede hacerlo.
Solo necesitan dejar de cavar.
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LeBron impone récord del Heat con 61 puntos

MIAMI -- LeBron James anotó 61 puntos, la mayor cantidad de su carrera, para romper el récord de la franquicia que estaba en manos de Glen Rice, y el Miami Heat arrolló el lunes 124-107 a los Charlotte Bobcats.
Fue el octavo triunfo consecutivo de Miami, el bicampeón defensor de la NBA, que luce cada vez mejor a medida que se acerca la postemporada.
James acertó 22 de 33 disparos de campo, incluidos sus primeros ocho triples.
"El que está allá arriba me ha dado capacidades increíbles para jugar basquetbol", dijo James. "Sólo trato de aprovecharlas cada noche. Tengo la confianza de mis compañeros y de mis entrenadores para llegar aquí y hacer que esto suceda".
La mejor marca de su vida era de 56 unidades, impuesta el 20 de marzo de 2006, cuando jugaba en Cleveland Cavaliers, ante Toronto Raptors.
Rice anotó 56 unidades para lograr el récord anterior, el 15 de abril de 1995, frente a Orlando Magic.
James llevaba 24 puntos en el intermedio y añadió 25 en el tercer periodo. El enceste que quebró el récord llegó a 5:46 minutos del final, cuando James eludió a tres rivales y embocó en bandeja mientras caía.
"Hizo las cosas con eficiencia", opinó el entrenador del Heat, Erik Spoelstra. "Parecía que él veía la cesta tan grande como un océano".
Spoelstra llegó a su conferencia de prensa posterior al partido con una confesión: Estuvo a punto de retirar a James de la cancha después del tercer periodo.
Afortunadamente, reflexionó mejor ese plan.
"Evidentemente, estaba en un ritmo asombroso", dijo Spoelstra.
Al Jefferson sumó 38 puntos y 19 rebotes por los Bobcats, pero su gran actuación pasó a segundo plano.
LeBron se llevó la noche.
"Si le quitamos sus 61 puntos hubiéramos tenido una oportunidad de dar pelea al final", dijo Jefferson.
Incluso los Bobcats se mostraron maravillados con James, quien encestó desde cualquier lugar, incluso un triple a unos 10 metros (30 pies) del aro, en las postrimerías del tercer cuarto. La multitud ovacionó a su astro, quien saltó jubiloso.
"Esa jugada la planificamos", dijo Spoelstra en broma. "Hemos trabajado en eso durante un tiempo".
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Numeritos y más numeritos.

J.A. Adande: En líneas generales, la guerra por los números de la NBA ha terminado, y ha ganado el bando de la analítica. Lo que yo pienso es... ¿qué es lo que ha ganado exactamente? El hecho de que las métricas avanzadas puedan encontrarse en todas partes, e incluso meterse en las conversaciones con los jugadores, no quiere decir que hayan conquistado de manera definitiva. Que yo sepa, las victorias en la NBA se miden por los trofeos Larry O'Brien. Y éstos aún tienden a terminar en manos de los equipos que acumulan a los jugadores más destacados, los que no necesitan números para demostrar su valía.
Los cómputos más esenciales que conformaron a los bicampeones del Miami Heat fueron los cálculos mediante los cuales encontraron la manera de meter a LeBron JamesDwyane Wade y Chris Bosh bajo el mismo tope salarial. Y yo diría que la principal razón por la cual los Dallas Mavericks les impidieron alcanzar el tricampeonato no fue analítica sino más bien una simple cuestión de fe: la creencia inquebrantable de Mark Cuban de que Dirk Nowitzkipodría ser el mejor jugador de un equipo de campeonato, incluso después de todas las deficiencias de playoffs de Dirk.
Aun así, los Mavericks no habrían ganado si el gerente general del Oklahoma City Thunder, Sam Presti, se hubiera aferrado a Tyson Chandler. Presti se encontraba receloso con el historial de lesiones de Chandler y se echó atrás de una propuesta de intercambio con New Orleans, lo que permitió que Chandler estuviera en juego para los Mavericks en el 2010. Presti es considerado como uno de los gerentes generales más progresistas, pero puede que hayas notado que el Thunder se ha mantenido como uno de los mejores equipos de la liga a pesar de su insistencia en jugar con Kendrick Perkins, un tipo que exaspera a los fanáticos de las estadísticas por sus pobrísimos numeritos de eficiencia en el plantel.
Mientras tanto, el mismísimo Sr. Estadística, Daryl Morey, está disfrutando de su mayor éxito tras haber seguido la ruta más tradicional en la historia de la NBA: el fichaje de un centro All-Star. Sí, los Houston Rockets aún emplean la estrategia de moda de bandejas-triples-tiros libres. Simplemente parece funcionar mejor ahora que tienen a un grandote de la vieja escuela en el medio.

Tom Haberstroh, Insider: En primer lugar, realmente no adhiero a la idea de que el análisis haya ganado algo. La batalla de exploradores versus estadísticas es una batalla imaginaria para las pantallas de Hollywood, y no está enraizada en la realidad (aunque debo decir que está buena la representación de Jonah Hill de los frikis en "Moneyball". Jonah Hill es grandioso).
Supongo que si vamos a apuntar a una victoria en particular -- y ni siquiera sé si se puede llamar así -- sería que la analítica se ha ganado un lugar en la mesa. Queríamos ser parte de la conversación, porque sentimos que la información o los datos empíricos son útiles para tomar decisiones. Información es poder.
Entiendo tu punto acerca de los trofeos Larry O'Brien, pero el sucio secreto es que los deportes son decididos por las estadísticas. ¡Lo sé! Estas molestas estadísticas que tratan de arruinar toda la diversión. Pero en realidad, los puntos anotados y los puntos permitidos determinan el resultado de los juegos, que a su vez determinan el resultado de las series de playoffs, que luego determinan al eventual campeón.
Las estadísticas son el núcleo de todo. Puede que los Dallas Mavericks hayan sido ayudados por su fe en Nowitzki, ¿pero cómo sabes que su convicción no tuvo una base analítica? Antes de su título, la tribuna condenaba a Dirk por ser "blandito" y "no un ganador", menospreciándolo por sus intangibles extraños y forzados. ¿Sabes quiénes no creían esas cosas? Los gurús de los numeritos. Mark Cuban emplea a uno de los mayores ejércitos de datos en la industria y de hecho tenía a Roland Beech, "el tipo de las estadísticas" y fundador de 82games.com, en el banco durante las finales ayudando a Rick Carlisle a explotar las extrañas alineaciones del Heat. (En serio, ¿Erik Spoelstra todavía tenía a Mike Bibby de titular?)
Tal vez fue la analítica lo que ayudó a Cuban a construir alrededor de Nowitzki y a encontrar el complemento ideal para su conjunto único de habilidades. No hace falta ser un experto en modelos matemáticos para saber que Dirk es impresionante. Pero, ¿qué jugadores pueden obtener el máximo partido de Dirk? ¿Están correctamente valorados en el mercado? Éstas son preguntas que la analítica puede ayudar a resolver. Y vamos a dejar algo en claro: La analítica no debería ser la única voz en la sala. Pero es una voz que debería ser escuchada.
En cuanto a tu punto sobre los Rockets: Tal vez no hubieran conseguido a Howard sin haber acumulado lentamente activos subestimados que pueden utilizarse para conseguir una estrella joven como James Harden, quien a su vez puede convertirse en tu principal reclutador de estrellas como Dwight. Y el análisis puede ayudarte a identificar y explotar esos bloques de construcción -- selecciones del draft, jugadores eficientes como Kevin Martin, etc. -- antes de que sean debidamente valorados.
En cuanto a Perkins, yo diría que el Thunder está ganando a pesar de Perkins, no a causa de él. Si fueras el gerente general, ¿preferirías no saber que al equipo le va mucho peor con Perkins en la cancha? Ya ves, yo querría contar con esa información.

Adande: La información es algo bueno, y es divertido tener información adicional a nuestra disposición hoy por hoy, como las "asistencias de hockey" (o asistencias secundarias, como se les conoce oficialmente), oportunidades de asistencia y puntos creados por asistencias. Una de las razones por las que me gustan las estadísticas avanzadas de asistencias es que nos dicen mucho sobre las interacciones de los jugadores, lo cual era una gran limitación de los numeritos tradicionales. Además, ahora también tenemos mejores mediciones defensivas.
El problema es que puede llegarse a un punto de demasiada información. He escuchado a varios entrenadores decir que aún no saben bien qué hacer con todos estos números, ni han podido decidir cuáles vale la pena transmitir a los jugadores. Luego está la cuestión de cuánta atención les prestarán los jugadores a estas estadísticas. Sabemos que Shane Battier o Arron Afflalo podrían profundizar en estos datos, ¿pero crees que alguien se ofreció como voluntario para decirle a Perkins que los numeritos sugieren que debería tomar asiento?
Roy Hibbert ha aceptado a regañadientes lo que es staff de estadísticas de los Indiana Pacers le dijo: lo mejor que puede hacer un jugador del poste con el balón es pasarlo a un compañero de equipo para que lance un triple abierto. No hay muchos jugadores dispuestos a hacer el trabajo sucio en la defensiva que hace Hibbert sin la recompensa de que armen jugadas de espaldas al aro para él. Ese es uno de los desafíos de tomar las estadísticas desde una mirada reflexiva -- en la que están mejor que nunca y llevarla a una predictiva. Hay un riesgo en asumir que los modelos matemáticos funcionarán en el mundo real, en donde los egos, las interacciones y las lesiones tienen que tomarse en cuenta.
A veces, la búsqueda de la información perfecta nos lleva por el camino equivocado. Entiendo la necesidad de extraer actuaciones individuales y grupales para medir un modelo estándar. Pero, ¿realmente necesitamos saber las estadísticas ofensivas y defensivas del equipo, digamos, cada 100 posesiones? ¿No son los puntos anotados y los puntos permitidos por cada 48 minutos las únicas estadísticas que realmente importan?
Entiendo tu punto anterior, que necesitamos estadísticas para realizar un seguimiento de quién ganó y perdió. Pero a veces la eficiencia de la forma en que lo hacen no viene al caso. La ironía es que la búsqueda de los datos de eficiencia puede llegar a ser algo ineficiente, a veces termina siendo una confusión.
Leí la publicación de un blog una vez en la que se analizaban los números de eficiencia de la derrota de un equipo, poniendo los porcentajes en contexto. El marcador final fue algo así como 110 a 80. Eso, por sí solo, puso en manifiesto que su defensa y ataque habían sido malos.
Los márgenes de anotaciones me dicen todo lo que necesito saber. Tienen en cuenta las diferencias de las distorsiones del ritmo de las estadísticas concentrándose en lo esencial: ¿Estás superando a tus oponentes de manera regular? Los cinco mejores equipos en sus márgenes de anotaciones de esta temporada son los Pacers, el Thunder, los Clippers, los Spurs y el Heat. Estoy bastante seguro de que el campeón de la NBA vendrá de ese grupo.
De hecho, nueve de los últimos diez campeones han clasificado entre los cinco primeros en el margen de anotaciones durante la temporada regular (la excepción: los Mavericks de 2011). ¿Estamos perdiendo el tiempo tratando de encontrar las estadísticas asesinas cuando ya existen? Es como esos hoteles que prueban con esas frases más lindas para poner en la puerta, cuando nada va al punto mejor que "No molestar".

Haberstroh: Entiendo tu punto. Justo el otro día, el ex Rocket, Toney Douglas, se sentó en su casillero antes del partido del Heat, hojeando el paquete de informe de scouting previo al partido que proporcionó el Heat. Se volvió hacia su ex compañero de los Rockets, Battier, y le dijo: "Hombre, esto es mucho mejor que el libro de los números de Houston". Y Shane se rio y respondió: "¿Para mí? Nah, dame todos los datos. Nunca es suficiente".
La moraleja de la historia: Una misma talla no sirve para todos. Y eso es cierto en cualquier ámbito de la vida. Es posible que haya tenido un profesor que realmente haya tocado tus fibras más sensibles en la universidad y que haya hecho que todos los demás se duerman. Es posible que hayas leído un libro que no se podías dejarlo, pero el hombre de al lado en la biblioteca haya leído dos palabras y lo haya dejado justo donde estaba en el estante. Todos no se enteran ni consumen la información de la misma manera. No todo el mundo puede ser Shane Battier.
Pero lo que es interesante para mí es como muchas personas me dicen: "Hombre, yo nunca pensé en mirar el juego de esta manera. ¡Ni siquiera sabía que existan estos números!".
Los números no son para todos, pero para un gran apartado de gente, nunca se han asomado detrás de esa cortina digital. Para muchos, se trata de un descubrimiento. Hay una razón por la que Baskin Robbins floreció con 31 sabores. Ya no piden sólo chocolate y vainilla. Hay opciones. Y nadie está obligando a nadie a elegir. ¿No te agradan las estadísticas de ritmo ajustadas? ¡No te preocupes! Hay muchos otros deliciosos sabores ahí fuera.
Estás en lo cierto con las preocupaciones acerca de la comunicación. Los equipos todavía están luchando con esto al igual que están lidiando con los jugadores en los medios sociales. La tecnología nos ha ayudado a avanzar más rápido que nunca y habrá baches en el camino. Pero cuando se trata de Hibbert, lograr que tus jugadores hagan lo que es mejor para el equipo y no necesariamente lo que es mejor para el individuo no es un problema exclusivo de la analítica. Los equipos quieren ganar y, al final del día, le toca al cuerpo técnico y la dirigencia aprovechar la información de la mejor manera posible para conseguir la victoria. Tal vez se trate de proveer esa información de una manera diferente. Sí, los egos se van a tener que ajustar. ¿Pero no ha sido la gestión de los egos una parte de la descripción del trabajo del entrenador desde siempre? Si estás haciendo daño al equipo, simplemente estás perjudicando al equipo.

Adande: Mientras estamos en el tema de los egos, nunca subestimes el ego de los entrenadores y gerentes generales que piensan que sus programas pueden arreglar a jugadores que los números indican que no se puede. A veces las estadísticas pueden proporcionar evidencias irrefutables.
Y, sí, a veces los números proporcionan una iluminación, que explica la razón por la que un equipo está teniendo éxito o no, o cuál es la mejor manera en que se puede utilizar un jugador.
No voy a decir que disfrute de tener que estudiar estos números. Miro la NBA por las proezas atléticas, los momentos dramáticos y las personalidades extravagantes. Todavía tienen que encontrar una manera de cuantificar eso. Así que las estadísticas avanzadas todavía no me han conquistado.

Haberstroh: Creo que hay dos cosas que suceden aquí. El básquetbol es un juego decidido por números pero jugado por seres humanos. Todos vemos básquetbol porque es un juego hermoso que muestra seres humanos haciendo cosas sobrehumanas impresionantes. Pero hay fanáticos que también lo miran porque compran las camisetas e invierten mucho capital (en tiempo y dinero) en su deseo de ver a su equipo a ganar, con ganas de ser parte de ese éxito. Y entender la razón por la que se producen las victorias o las derrotas, o cómo un equipo puede mejorar, puede hacer que la experiencia de los fanáticos sea mucho más satisfactoria.
Ellos quieren saber: ¿Por qué sucedió eso? ¿Era eso lo que había que hacer? Los números pueden ayudar a responder esas preguntas, porque el deporte es inherentemente estadístico. Al final, el básquetbol no es sólo arte, ni ciencia. Es ambas.