J.A. Adande: En líneas generales, la guerra por los números de la NBA ha terminado, y ha ganado el bando de la analítica. Lo que yo pienso es... ¿qué es lo que ha ganado exactamente? El hecho de que las métricas avanzadas puedan encontrarse en todas partes, e incluso meterse en las conversaciones con los jugadores, no quiere decir que hayan conquistado de manera definitiva. Que yo sepa, las victorias en la NBA se miden por los trofeos Larry O'Brien. Y éstos aún tienden a terminar en manos de los equipos que acumulan a los jugadores más destacados, los que no necesitan números para demostrar su valía.
Los cómputos más esenciales que conformaron a los bicampeones del Miami Heat fueron los cálculos mediante los cuales encontraron la manera de meter a LeBron James, Dwyane Wade y Chris Bosh bajo el mismo tope salarial. Y yo diría que la principal razón por la cual los Dallas Mavericks les impidieron alcanzar el tricampeonato no fue analítica sino más bien una simple cuestión de fe: la creencia inquebrantable de Mark Cuban de que Dirk Nowitzkipodría ser el mejor jugador de un equipo de campeonato, incluso después de todas las deficiencias de playoffs de Dirk.
Aun así, los Mavericks no habrían ganado si el gerente general del Oklahoma City Thunder, Sam Presti, se hubiera aferrado a Tyson Chandler. Presti se encontraba receloso con el historial de lesiones de Chandler y se echó atrás de una propuesta de intercambio con New Orleans, lo que permitió que Chandler estuviera en juego para los Mavericks en el 2010. Presti es considerado como uno de los gerentes generales más progresistas, pero puede que hayas notado que el Thunder se ha mantenido como uno de los mejores equipos de la liga a pesar de su insistencia en jugar con Kendrick Perkins, un tipo que exaspera a los fanáticos de las estadísticas por sus pobrísimos numeritos de eficiencia en el plantel.
Mientras tanto, el mismísimo Sr. Estadística, Daryl Morey, está disfrutando de su mayor éxito tras haber seguido la ruta más tradicional en la historia de la NBA: el fichaje de un centro All-Star. Sí, los Houston Rockets aún emplean la estrategia de moda de bandejas-triples-tiros libres. Simplemente parece funcionar mejor ahora que tienen a un grandote de la vieja escuela en el medio.
Tom Haberstroh, Insider: En primer lugar, realmente no adhiero a la idea de que el análisis haya ganado algo. La batalla de exploradores versus estadísticas es una batalla imaginaria para las pantallas de Hollywood, y no está enraizada en la realidad (aunque debo decir que está buena la representación de Jonah Hill de los frikis en "Moneyball". Jonah Hill es grandioso).
Supongo que si vamos a apuntar a una victoria en particular -- y ni siquiera sé si se puede llamar así -- sería que la analítica se ha ganado un lugar en la mesa. Queríamos ser parte de la conversación, porque sentimos que la información o los datos empíricos son útiles para tomar decisiones. Información es poder.
Entiendo tu punto acerca de los trofeos Larry O'Brien, pero el sucio secreto es que los deportes son decididos por las estadísticas. ¡Lo sé! Estas molestas estadísticas que tratan de arruinar toda la diversión. Pero en realidad, los puntos anotados y los puntos permitidos determinan el resultado de los juegos, que a su vez determinan el resultado de las series de playoffs, que luego determinan al eventual campeón.
Las estadísticas son el núcleo de todo. Puede que los Dallas Mavericks hayan sido ayudados por su fe en Nowitzki, ¿pero cómo sabes que su convicción no tuvo una base analítica? Antes de su título, la tribuna condenaba a Dirk por ser "blandito" y "no un ganador", menospreciándolo por sus intangibles extraños y forzados. ¿Sabes quiénes no creían esas cosas? Los gurús de los numeritos. Mark Cuban emplea a uno de los mayores ejércitos de datos en la industria y de hecho tenía a Roland Beech, "el tipo de las estadísticas" y fundador de 82games.com, en el banco durante las finales ayudando a Rick Carlisle a explotar las extrañas alineaciones del Heat. (En serio, ¿Erik Spoelstra todavía tenía a Mike Bibby de titular?)
Tal vez fue la analítica lo que ayudó a Cuban a construir alrededor de Nowitzki y a encontrar el complemento ideal para su conjunto único de habilidades. No hace falta ser un experto en modelos matemáticos para saber que Dirk es impresionante. Pero, ¿qué jugadores pueden obtener el máximo partido de Dirk? ¿Están correctamente valorados en el mercado? Éstas son preguntas que la analítica puede ayudar a resolver. Y vamos a dejar algo en claro: La analítica no debería ser la única voz en la sala. Pero es una voz que debería ser escuchada.
En cuanto a tu punto sobre los Rockets: Tal vez no hubieran conseguido a Howard sin haber acumulado lentamente activos subestimados que pueden utilizarse para conseguir una estrella joven como James Harden, quien a su vez puede convertirse en tu principal reclutador de estrellas como Dwight. Y el análisis puede ayudarte a identificar y explotar esos bloques de construcción -- selecciones del draft, jugadores eficientes como Kevin Martin, etc. -- antes de que sean debidamente valorados.
En cuanto a Perkins, yo diría que el Thunder está ganando a pesar de Perkins, no a causa de él. Si fueras el gerente general, ¿preferirías no saber que al equipo le va mucho peor con Perkins en la cancha? Ya ves, yo querría contar con esa información.
Adande: La información es algo bueno, y es divertido tener información adicional a nuestra disposición hoy por hoy, como las "asistencias de hockey" (o asistencias secundarias, como se les conoce oficialmente), oportunidades de asistencia y puntos creados por asistencias. Una de las razones por las que me gustan las estadísticas avanzadas de asistencias es que nos dicen mucho sobre las interacciones de los jugadores, lo cual era una gran limitación de los numeritos tradicionales. Además, ahora también tenemos mejores mediciones defensivas.
El problema es que puede llegarse a un punto de demasiada información. He escuchado a varios entrenadores decir que aún no saben bien qué hacer con todos estos números, ni han podido decidir cuáles vale la pena transmitir a los jugadores. Luego está la cuestión de cuánta atención les prestarán los jugadores a estas estadísticas. Sabemos que Shane Battier o Arron Afflalo podrían profundizar en estos datos, ¿pero crees que alguien se ofreció como voluntario para decirle a Perkins que los numeritos sugieren que debería tomar asiento?
Roy Hibbert ha aceptado a regañadientes lo que es staff de estadísticas de los Indiana Pacers le dijo: lo mejor que puede hacer un jugador del poste con el balón es pasarlo a un compañero de equipo para que lance un triple abierto. No hay muchos jugadores dispuestos a hacer el trabajo sucio en la defensiva que hace Hibbert sin la recompensa de que armen jugadas de espaldas al aro para él. Ese es uno de los desafíos de tomar las estadísticas desde una mirada reflexiva -- en la que están mejor que nunca y llevarla a una predictiva. Hay un riesgo en asumir que los modelos matemáticos funcionarán en el mundo real, en donde los egos, las interacciones y las lesiones tienen que tomarse en cuenta.
A veces, la búsqueda de la información perfecta nos lleva por el camino equivocado. Entiendo la necesidad de extraer actuaciones individuales y grupales para medir un modelo estándar. Pero, ¿realmente necesitamos saber las estadísticas ofensivas y defensivas del equipo, digamos, cada 100 posesiones? ¿No son los puntos anotados y los puntos permitidos por cada 48 minutos las únicas estadísticas que realmente importan?
Entiendo tu punto anterior, que necesitamos estadísticas para realizar un seguimiento de quién ganó y perdió. Pero a veces la eficiencia de la forma en que lo hacen no viene al caso. La ironía es que la búsqueda de los datos de eficiencia puede llegar a ser algo ineficiente, a veces termina siendo una confusión.
Leí la publicación de un blog una vez en la que se analizaban los números de eficiencia de la derrota de un equipo, poniendo los porcentajes en contexto. El marcador final fue algo así como 110 a 80. Eso, por sí solo, puso en manifiesto que su defensa y ataque habían sido malos.
Los márgenes de anotaciones me dicen todo lo que necesito saber. Tienen en cuenta las diferencias de las distorsiones del ritmo de las estadísticas concentrándose en lo esencial: ¿Estás superando a tus oponentes de manera regular? Los cinco mejores equipos en sus márgenes de anotaciones de esta temporada son los Pacers, el Thunder, los Clippers, los Spurs y el Heat. Estoy bastante seguro de que el campeón de la NBA vendrá de ese grupo.
De hecho, nueve de los últimos diez campeones han clasificado entre los cinco primeros en el margen de anotaciones durante la temporada regular (la excepción: los Mavericks de 2011). ¿Estamos perdiendo el tiempo tratando de encontrar las estadísticas asesinas cuando ya existen? Es como esos hoteles que prueban con esas frases más lindas para poner en la puerta, cuando nada va al punto mejor que "No molestar".
Haberstroh: Entiendo tu punto. Justo el otro día, el ex Rocket, Toney Douglas, se sentó en su casillero antes del partido del Heat, hojeando el paquete de informe de scouting previo al partido que proporcionó el Heat. Se volvió hacia su ex compañero de los Rockets, Battier, y le dijo: "Hombre, esto es mucho mejor que el libro de los números de Houston". Y Shane se rio y respondió: "¿Para mí? Nah, dame todos los datos. Nunca es suficiente".
La moraleja de la historia: Una misma talla no sirve para todos. Y eso es cierto en cualquier ámbito de la vida. Es posible que haya tenido un profesor que realmente haya tocado tus fibras más sensibles en la universidad y que haya hecho que todos los demás se duerman. Es posible que hayas leído un libro que no se podías dejarlo, pero el hombre de al lado en la biblioteca haya leído dos palabras y lo haya dejado justo donde estaba en el estante. Todos no se enteran ni consumen la información de la misma manera. No todo el mundo puede ser Shane Battier.
Pero lo que es interesante para mí es como muchas personas me dicen: "Hombre, yo nunca pensé en mirar el juego de esta manera. ¡Ni siquiera sabía que existan estos números!".
Los números no son para todos, pero para un gran apartado de gente, nunca se han asomado detrás de esa cortina digital. Para muchos, se trata de un descubrimiento. Hay una razón por la que Baskin Robbins floreció con 31 sabores. Ya no piden sólo chocolate y vainilla. Hay opciones. Y nadie está obligando a nadie a elegir. ¿No te agradan las estadísticas de ritmo ajustadas? ¡No te preocupes! Hay muchos otros deliciosos sabores ahí fuera.
Estás en lo cierto con las preocupaciones acerca de la comunicación. Los equipos todavía están luchando con esto al igual que están lidiando con los jugadores en los medios sociales. La tecnología nos ha ayudado a avanzar más rápido que nunca y habrá baches en el camino. Pero cuando se trata de Hibbert, lograr que tus jugadores hagan lo que es mejor para el equipo y no necesariamente lo que es mejor para el individuo no es un problema exclusivo de la analítica. Los equipos quieren ganar y, al final del día, le toca al cuerpo técnico y la dirigencia aprovechar la información de la mejor manera posible para conseguir la victoria. Tal vez se trate de proveer esa información de una manera diferente. Sí, los egos se van a tener que ajustar. ¿Pero no ha sido la gestión de los egos una parte de la descripción del trabajo del entrenador desde siempre? Si estás haciendo daño al equipo, simplemente estás perjudicando al equipo.
Adande: Mientras estamos en el tema de los egos, nunca subestimes el ego de los entrenadores y gerentes generales que piensan que sus programas pueden arreglar a jugadores que los números indican que no se puede. A veces las estadísticas pueden proporcionar evidencias irrefutables.
Y, sí, a veces los números proporcionan una iluminación, que explica la razón por la que un equipo está teniendo éxito o no, o cuál es la mejor manera en que se puede utilizar un jugador.
No voy a decir que disfrute de tener que estudiar estos números. Miro la NBA por las proezas atléticas, los momentos dramáticos y las personalidades extravagantes. Todavía tienen que encontrar una manera de cuantificar eso. Así que las estadísticas avanzadas todavía no me han conquistado.
Haberstroh: Creo que hay dos cosas que suceden aquí. El básquetbol es un juego decidido por números pero jugado por seres humanos. Todos vemos básquetbol porque es un juego hermoso que muestra seres humanos haciendo cosas sobrehumanas impresionantes. Pero hay fanáticos que también lo miran porque compran las camisetas e invierten mucho capital (en tiempo y dinero) en su deseo de ver a su equipo a ganar, con ganas de ser parte de ese éxito. Y entender la razón por la que se producen las victorias o las derrotas, o cómo un equipo puede mejorar, puede hacer que la experiencia de los fanáticos sea mucho más satisfactoria.
Ellos quieren saber: ¿Por qué sucedió eso? ¿Era eso lo que había que hacer? Los números pueden ayudar a responder esas preguntas, porque el deporte es inherentemente estadístico. Al final, el básquetbol no es sólo arte, ni ciencia. Es ambas.
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