Baloncesto

Todo lo que quieren es que Lamar Joseph Odom pueda salir al fin de uno de los más temibles espirales descendentes en los que puede quedar atrapado un jugador de la NBA en el siglo 21.

El zurdo desgarbado ha sido vilipendiado en Dallas después de una temporada para el olvido siendo un Maverick. Se ha visto obligado a soportar durante años las críticas en Twitter desde que se casó la famosamente polarizante, Khloe Kardashian, pero durante la mayor parte de su tiempo en el universo del básquetbol, Odom ha sido venerado como un muchacho agradable y popular a quien casi todas las personas que lo han conocido lo estiman.

Razón por la cual un montón de gente que quiere que pueda volver al ruedo.

Un ejemplo podemos ver en los dos últimos tweets de Pau Gasol: "Me gustaría que mi amigo @ LamarOdom esté bien. Todos estos rumores son de verdad preocupantes. Lamar es uno de los mejores tipos con los que he jugado".

La leyenda de los Lakers, Magic Johnson, luego agregó: "Espero que mi amigo y ex Laker,Lamar Odom, esté bien". Y luego provocó este tweet del ex entrenador de Odom, Phil Jackson: "Lo mismo digo, LO".

Mi afición por los zurdos nunca ha sido un secreto en este ciberespacio, pero esa no ha sido realmente la razón por la que siempre me ha agradado Odom. Hay pocos jugadores en las dos décadas que he tenido la suerte de cubrir esta liga en el nivel de Lamar a la hora de darte una entrevista desnudando su alma, que es lo que siempre provocó que el locker de Odom fuese una parada obligada para cualquier persona portando una grabadora durante sus primeras 12 temporadas como profesional en medio de todos los éxitos y los problemas que acompañaron las mismas.

Luego vino el casi intercambio a New Orleans, como parte del acuerdo original de Chris Paul, seguido por el verdadero cambio que puso fin a la estancia de Odom con los Lakers y lo envió a Dallas, coronada por la separación brusca de los Mavericks al final de la temporada 2011-12 después de cuatro meses de juego irreconocible y un decisivo exabrupto en los vestuarios con el propietario de los Mavs, Mark Cuban, en Memphis.

La teoría aquí, que he mantenido durante mucho tiempo, es que Odom es la personalidad prominente de la NBA que nunca quiso que el temido paro de 2011 terminase. Lamar podría haber ayudado a Kobe y Pau a conseguir títulos consecutivos en 2009 y 2010, pero no estaba mentalmente preparado para volver a trabajar en diciembre de 2011 después de dos tragedias bien conocidas que lo golpearon ese verano en cuestión de días, después de toda una vida de tragedias hasta ese punto. Un hombre no puede soportar tanto sufrimiento -- incluso alguien que había sido tan resiliente como Odom después de la muerte de su madre, su abuela y su pequeño hijo -- sin que lo termine afectando en su trabajo.

Sin embargo, eso es probablemente sólo una parte de la ecuación en esta etapa. Han pasado tantas cosas desde la confesión en enero de 2012 que Odom hizo en ESPN.com comentando que Khloe tuvo que convencer al alguna vez extraordinario sexto hombre que no se retirase durante el paro... especialmente durante las últimas seis semanas. Hay un montón de teorías que circulan ahora, en medio de diversos informes de abuso de sustancias, pero lo que está sucediendo detrás de la avalancha diaria y la profundización de los titulares preocupantes sobre Lamar en las últimas semanas es demasiado profundo como para que los simples cronistas deportivos puedan dar un diagnóstico.

Hemos llegado a un punto, después del arresto de Odom en la mañana del viernes bajo la sospecha de conducir bajo los efectos del alcohol u otras sustancias, en el que suena inútil hablar de su agencia libre o preguntarse si, a los 33, alguna vez volveremos a ver su marca única de versatilidad en las cinco posiciones en la cancha algún día. Hay preocupaciones más urgentes.

Más apremiantes, incluso, que la cita que tiene ante el tribunal el 27 de septiembre después del incidente del viernes, que por desgracia será el mismo día de su cuarto aniversario de boda.

Simplemente, hemos llegado a las instancias, en medio de preocupaciones en ascenso entre sus amigos y fanáticos, en las que te preguntas a quién, si es que hay alguien, estará escuchando Lamar en estos días. Y si alguien tiene alguna esperanza de llegar a él.

Hemos llegado al punto en el que tienes miedo de escuchar qué es lo que podría suceder a continuación.