Baloncesto

Entre julio del 2012 y julio del 2013, el equipo de Los Angeles Clippers tenía un solo objetivo: asegurarse de que Chris Paul firmara nuevamente con el equipo cuando se transformara en agente libre irrestricto. Rara vez en la historia de la NBA ha logrado un jugador tanto poder sobre una franquicia, y a pesar de que Paul lo usó sabiamente, la urgencia que rodeaba su situación de agente libre forzó a los Clippers a acelerar su calendario.

Antes de negociar con Paul en diciembre del 2010, los Clippers estaban construyendo lentamente alrededor de un núcleo joven de jugadores. Blake Griffin, de 24 años, es todavía casi tan crucial para la franquicia y es titular junto a DeAndre Jordan, de 25 años, en el frente. Pero ahora son los dos únicos jugadores menores de 28 años en la alineación titular del equipo, que ha sido armada para ganar de inmediato.

Tales fueron las expectativas que los Clippers crearon con sus jugadas durante los dos primeros meses de la temporada pasada. El equipo comenzó con marca de 8-6, y luego logró una racha ganadora de 17 partidos que cubrió completamente el mes de diciembre. Ellos entraron al 2013 con el mejor récord de la NBA, pero predeciblemente los Clippers cayeron entre el resto del campo durante el resto de la temporada. A pesar de que ganaron la división del Pacífico por primera vez, ellos cayeron al 4to puesto en el Oeste. Por eso la recompensa de los Clippers para la mejor temporada en la historia de la franquicia fue una revancha de primera ronda con los Memphis Grizzlies, quienes ganaron cuatro partidos seguidos luego de caer en los primeros dos para finalizar la temporada de los Clippers.

El modo en que los Clippers fueron eliminados selló el destino del entrenador principal Vinny Del Negro, cuyo contrato estaba sujeto a revisión. Para reemplazarlo, el equipo dio el inusual paso de intercambiar a un entrenador: contrataron a Doc Rivers, quien se preparaba para abandonar a los Boston Celtics en plena reconstrucción. Las conversaciones se centraron inicialmente en la posibilidad de que los Clippers intercambien tanto a Rivers como a Kevin Garnett, a quien habían considerado agregar a la fecha límite de intercambios, pero la oficina central de la liga anuló esos planes. Luego de varios choques y reinicios (y un impulso de Paul detrás de escena) los Clippers enviaron a una elección de primera ronda del draft a Boston a cambio de Rivers.

Cuando Paul aceptó un nuevo contrato, los Clippers decidieron vender a su mejor ficha de intercambio, su reemplazante, Eric Bledsoe. Como parte de un intercambio entre tres equipos, los Clippers enviaron a Bledsoe y al contrato a punto de expirar del alero Caron Butler a los Phoenix Suns -- Butler sería intercambiado a los Milwaukee Bucks menos de dos meses después. A cambio de eso, los Clippers recibieron al alero de los Suns Jared Dudley y al escolta J.J. Redick de parte de los Milwaukee Bucks. Con una movida, los Clippers reconstruyeron una alineación titular que esperan que se comporte mejor en la postemporada. SCHOENE está de acuerdo.

Luego de entrenar a los Clippers y lograr sus dos mejores resultados globales hasta ahora, Del Negro fue despedido cuando su contrato expiró. Claro, ninguno de los predecesores de Del Negro en las bandas tuvo el beneficio de tener a dos jugadores estelares de la NBA. En ese contexto, el rendimiento de Del Negro no fue tan impresionante. En última instancia, su incapacidad para construir una defensa por encima del promedio le costó a Del Negro algo más que sus muy lamentadas decisiones durante los partidos.

Los Clippers consideraron al entrenador de los Grizzlies Lionel Hollins como reemplazo (el dueño Donald Sterling llegó a evaluar de manera bizarra a Hollins en la banda contraria durante las finales de la Conferencia Oeste), pero Paul supuestamente postuló con más fuerza a Rivers cuando quedó claro que los Celtics se preparaban para dejarlo irse. Las negociaciones fueron sostenidas por el interés de los Clippers en sumar también a Garnett, quien había estado atado a ellos en los rumores previos a la fecha límite para intercambios. Se logró un contrato para enviar tres elecciones de primera ronda, además de Jordan y Butler, a Boston a cambio de Rivers y Garnett, pero la NBA no quiso aceptar contratos que involucren jugadores porque no pueden ser incluidos como compensación a cambio de entrenadores.

Este traspié daña las chances de Rivers de venir a L.A., con las conversaciones rompiéndose antes de que Paul alentara a los Clippers a contratar a Rivers bajo la pena de que se marche a firmar con otro equipo como agente libre. Finalmente, durante la semana del draft, los Clippers oficialmente adquirieron a Rivers a cambio de su elección de draft de primera ronda del 2015. A pesar de que no llevará consigo a Garnett, Rivers ha presidido en seis defensas en el top 10 consecutivas, ofreciendo ayuda para poder reconstruir a la unidad decaída de los Clippers.

Con Rivers en el equipo, Paul no perdió tiempo aceptando un contrato máximo de cinco años y $107 millones que le asegura que estará con los Clippers al menos hasta 2017, cuando podrá optar salirse de la última temporada. Habiendo asegurado a Paul a largo plazo, los Clippers decidieron intercambiar a su reemplazante.

Con otra promisoria temporada saliendo de la banca, Bledsoe se estableció como una notable moneda de negociación. Los Clippers podrían haber puesto a Bledsoe y Paul a jugar juntos en más minutos extendidos, pero la pareja nunca sería ideal debido a los flojos tiros externos de Bledsoe. Ellos también enfrentaban la posibilidad de extender el contrato de Bledsoe, que expira el próximo verano.

Al ofrecer a Bledsoe y la temporada final del contrato a punto de expirar de Butler, los Clippers lograron un intercambio de tres equipos que les aportó a dos jugadores de rol valiosos. Bledsoe y Butler fueron a parar a losPhoenix Suns a cambio de Jared Dudley, un 3 con experiencia en defense cuyo talento es más apropiado para un buen equipo que para uno en reconstrucción. Como parte del intercambio, los Clippers también obtuvieron a J.J. Redick en una operación de firma e intercambio desde los Milwaukee Bucks, mejorando sus tiros externos y dándole a Paul un manejador secundario de balón.

Tanto Dudley como Redick planean regresar a la alineación titular junto a Paul, Griffin y Jordan. Su capacidad para abrir la cancha los hace ideales para la ofensiva de media cancha de los Clippers, y ambos son sólidos defensores a pesar de no frenar el juego ajeno, que es lo que falta en la alineación titular de L.A..

Luego del gran intercambio, los Clippers se pusieron a trabajar para reconstruir su banca. Pudieron traer a Barnes con un contrato de tres años y $10.2 millones que es más que razonable si es que juega como lo hizo en la temporada pasada. Con el resto de su excepción de nivel medio, los Clippers trajeron al nativo del sur de California Darren Collisonde regreso a casa con un contrato de bagatela de $3.8 millones (la segunda temporada es a opción del jugador) para respaldar a Paul.

Con Crawford bajo contrato, los Clippers ya estaban completes en el perímetro pero tenían preguntas en el frente. Trajeron de regreso a Hollins para un año pagándole el mínimo de veteranos, y luego buscaron a un reemplazante para Odom. Los Clippers firmaron a Byron Mullens con un contrato de dos años y a Antawn Jamison con un contrato de un año, ambos por el mínimo. Dos de los tres jugadores seguramente terminarán como parte de la rotación.

Achicarse también sera una opción para la unidad secundaria de los Clippers. Barnes tiene la capacidad de servir como 4 estirado, lo cual le abre espacio para jugar más minutos como alero pequeño reemplazando al elegido en primera ronda Reggie Bullock. El oriundo de Carolina del Norte impresionó mucho en Las Vegas en la liga de verano, pero los Clippers podrían estar cubriéndose al agregar a un jugador en las alas con Barnes, Crawford, Dudley y Redick todos bajo contrato hasta la temporada 2015-16.

Ofensivamente, los Clippers están cargados. A menos que haya una lesión muy seria para Paul o Griffin, ellos deberían estar entre las tres mejores ofensivas de la NBA. SCHOENE proyecta que será el mejor ataque de la liga. En comparación con los Clippers de la temporada pasada, quienes terminaron en cuarto lugar en clasificación ofensiva, ellos han mejorado sus tiros externos al agregar a Dudley y Redick a la mezcla.

El lado defensive de la cancha, entonces, determinará lo bueno que será este equipo de los Clippers. Su frente de cancha no es mejor defensivamente que en la temporada pasada (de hecho, con las desapariciones de Odom y Turiaf, los jugadores grandes reemplazantes son peores defensivamente, por eso los Clippers están contando con el sistema de Rivers y el desarrollo interno de Griffin y Jordan para llevarlos a la victoria. Si los Clippers terminan entre los 10 mejores en defensiva sin confiar en forzar pérdidas de balón como lo hicieron en la temporada pasada, este equipo es lo suficientemente bueno como para ganar en el Oeste.

Los Clippers han hecho su parte en un intento por evitar el final decepcionante de la pasada temporada, pero la única realidad que ellos no pueden cambiar es que un máximo de cuatro equipos de la Conferencia Oeste pueden ganar una serie de playoff y hay cinco equipos con aspiraciones legítimas de ganar la conferencia. Al igual que en la temporada pasada, uno de esos equipos (por lo menos) quedará de pie cuando la música se detenga. Los Clippers no quieren ganar ese premio nuevamente esta temporada.

Tanto SCHOENE como el Pronóstico de Verano de ESPN ponen a los Clippers segundos en la conferencia. Pero ese es un punto tenue. No pueden darse el lujo de pasarse un tiempo de ajuste con Rivers y tener una nueva alineación titular porque el margen entre ganar el Oeste y jugar de visitantes en la primera ronda podría llegar a ser ultra fino.