Baloncesto

Los Spurs han sido un equipo veterano en declive desde hace ya cinco años, si es que compartes los múltiples presagios de ruina que acompañan sus pronósticos de pretemporada cada otoño. San Antonio sigue siendo un equipo de elite con un núcleo envejecido, pero luego de haber estado a segundos de ganar otro campeonato, sería una tontería descartar a Tim Duncan, Gregg Popovich y los Spurs entre las filas de contendientes legítimos.

San Antonio recuperó su estatus de elite del lado defensivo la temporada pasada gracias a Duncan, quien jugó como un hombre 10 años menor. A pesar de las lesiones de Manu Ginóbili durante el transcurso de la temporada, y las de Tony Parker en la primavera, su ofensiva fue la séptima mejor de la liga y operaron con la misma precisión de siempre. Durante los playoffs, los Spurs fueron los mejores del Oeste en ambos extremos de la cancha.

¿Cuánto tiempo pueden seguir así? Esa es la pregunta que perseguirá a San Antonio cada temporada baja hasta que Duncan y su feliz pandilla cabalguen hacia el atardecer de Texas. San Antonio sigue siendo una de las mejores organizaciones de la liga en lo que hace a la evaluación y el desarrollo de talento. Más allá del Big 3, jugadores como Danny Green, Kawhi Leonard y Tiago Splitter fueron descubiertos fuera de la lotería. Sin embargo, hasta ahora los Spurs han podido darse el lujo de buscar jugadores jóvenes que encajaran con su núcleo de campeonato. ¿Qué pasará cuando este núcleo se derrumbe?

Los Spurs cuentan con que esto no suceda hasta dentro de al menos un par de años. En términos de rendimiento, no hay grandes motivos para preocuparse por Duncan o Parker. Ginóbili volvió a luchar contra las lesiones, y esta vez su producción pareció verse perjudicada. Ginóbili tuvo problemas durante gran parte del duelo de las Finales contra Miami, pero -para bien o para mal- Popovich no se dio por vencido con el argentino.

Una vez finalizada la campaña, Ginóbili regresó a los Spurs luego de considerar brevemente la posibilidad de retirarse, de modo que el Big 3 permanecerá intacto durante al menos un par de años más. Esto dio lugar a una temporada baja mayormente tranquila, en la que los Spurs dejaron ir a sus jugadores de rotación DeJuan Blair y Gary Neal para reemplazarlos con Marco Belinelli y Jeff Ayres. Es probable que nadie note la diferencia.

Con Leonard camino a convertirse en un All-Star, y Green estableciéndose como tal vez el mejor jugador de reserva de la liga, los Spurs se mantendrán firmes en las discusiones de campeonato. Las conversaciones sobre el reemplazo del Big 3 tendrán que esperar.

La temporada baja de los Spurs fue una de las más tranquilas, y San Antonio planea traer de vuelta un 88 por ciento de sus minutos de la campaña pasada, la segunda mayor cantidad de la liga detrás de Miami. Obviamente, esto significa que en conjunto los Spurs tienen un año más, y con una proyección de minutos-edad estimada de 30.1 años, San Antonio sería el quinto equipo más viejo de la liga.

La temporada baja arrancó justo después de las Finales, cuando Patrick Mills y Boris Diawejercieron sus opciones de regresar al equipo. En el caso de Diaw, la decisión fue una obviedad, ya que era poco probable que pudiera conseguir mucho más que el mínimo en el mercado. En términos de atletismo, Diaw está mostrando su edad, pero Popovich ha sido tan astuto en el manejo de Diaw, que nunca ha sido más eficiente.

Para Mills, la decisión fue un poco más difícil. Como base explosivo con rendimiento inconstante, podría haber encontrado un lugar importante en el banco de algún equipo. Sin embargo, quedó tercero en la lista de bases de San Antonio detrás de Parker y Joseph. Mills volverá a competir por minutos con Joseph y de Colo esta campaña.

En el draft, los Spurs ampliaron su arsenal de promesas internacionales. Livio Jean-Charles fue seleccionado en la primera ronda con el pick No. 28, pero el francés alto y atlético se quedará en Europa un año más. A él se unirá el pick de segunda ronda de San Antonio, el alero Deshaun Thomas, quien demostró ser un anotador hábil durante la Liga de Verano de Las Vegas.

Cuando la moratoria anual de la NBA para las transacciones llegó a principios de julio, ahí comenzó el trabajo duro para Popovich y R.C. Buford. Ginóbili era agente libre sin restricciones, aunque nadie pensó que se iría a otro lado. Splitter era agente libre restringido, y existía la posibilidad de que un equipo necesitado de un centro le hiciera una oferta que los Spurs no podrían igualar.

Ninguna de estas situaciones resultó dramática. Ginóbili aceptó un recorte salarial acorde a su declive en durabilidad y producción, y firmó un acuerdo por dos años y $14 millones que probablemente será su último contrato de NBA. Splitter nunca llegó a firmar una oferta de otro equipo, y aceptó un contrato por cuatro años y $36 millones de San Antonio que eventualmente lo dejará como el grandote principal de los Spurs en el lugar de Duncan.

Los Spurs tuvieron que tomar un par de decisiones con respecto a los jugadores de la segunda unidad, ya que Neal era elegible para la agencia libre restringida y Matt Bonnertenía un contrato parcialmente garantizado para el 2013-14. El conjunto de habilidades de Bonner es difícil de reemplazar, de modo que San Antonio no dudó a la hora de ofrecerle una garantía plena para la próxima campaña. Sin embargo, cuando Neal recibió su primera oferta, los Spurs se echaron atrás para obtener flexibilidad salarial. Neal finalmente firmó con los Milwaukee Bucks.

Para reemplazar a Neal en el roster, Belinelli (ex Bull) firmó un contrato por dos años y $5.6 millones con los Spurs. Belinelli es un jugador de reserva habilidoso quien a veces pretende ser un poco más que eso, y el resultado es ineficiencia. Si bien el DT de Chicago, Tom Thibodeau, es tan perfeccionista como Popovich, nadie ha tenido mejores resultados que Pop a la hora de hacer que sus jugadores se enfoquen en hacer lo que saben hacer mejor. Si Belinelli no logra ser un jugador eficiente en San Antonio, lo más probable es que su próxima parada sea Europa.

La última tarea era completar el lugar que Blair ocupaba en la rotación. Blair cayó en desgracia en San Antonio y ya no aportaba nada cuando empezaron los playoffs. Ya se escuchaban rumores de corte durante el receso All-Star. De modo que San Antonio no necesitaba un jugador de muchos minutos. Los Spurs se decidieron por Ayres -- antes Jeff Pendergraph -- quien es capaz de llenar el vacío de rebotes que dejó Blair, además de aportar algunos lanzamientos adicionales de media distancia.

Los Spurs son tan proactivos como cualquier organización de la NBA, pero saben cuándo mantenerse firmes, y no puedes desarmar una base de campeonato cuando todavía funciona a este nivel. Muchos supondrán que el roce de San Antonio con el campeonato la primavera pasada fue el último hurra de la era Popovich-Duncan. Y podría ser así. Sin embargo, un buen apostador no debería descartar la presencia de San Antonio entre los contendientes finales al título.

Los Spurs seguramente competirán con Houston, los L.A. Clippers, Memphis y Oklahoma City por el primer sembrado del Oeste. Tanto la ofensiva como la defensa se proyectan entre las 10 mejores de la liga, y el ataque ofensivo en el Top 5. La edad y la durabilidad son preocupaciones, como siempre, pero nadie hace un mejor trabajo que Popovich a la hora de dirigir en torno a estos factores en particular.

El jugador a seguir de cerca será Leonard, quien durante la postemporada se lució como un jugador listo para ocupar un rol diferente. Si Ginóbili tiene menos para ofrecer, o si Duncan no está a la misma altura de su notable campaña pasada, se apoyarán en Leonard para salir adelante.